¿Un nuevo caso Dreyfus?

¿Le servirá a Lagarde el hecho de que no se la haya castigado para seguir al frente del FMI?

Ernesto Ekaizer
2 min
El tribunal va qüestionar en el judici que Lagarde no recorregués la milionària indemnització de l’estat a Tapie, amic de Sarkozy.

El Tribunal de Justicia de la República de Francia ha declarado culpable a Christine Lagarde, actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), de un delito de negligencia en la gestión del pago de 405 millones de euros al empresario Bernard Tapie en 2008, cuando ella era ministra de Economía (durante la presidencia de Nicolas Sarkozy). Sin embargo, el tribunal no le ha impuesto pena alguna, a pesar de que se pedían 15.000 euros de multa y hasta un año de prisión.

El fallo ha cogido con el pie cambiado a todo el mundo. El gobierno francés ha ratificado en un comunicado toda su confianza en Lagarde para que continúe al frente del FMI, cuyo consejo ejecutivo analizará la situación el próximo lunes día 26. Lagarde decidió viajar a Washington el pasado sábado, quizá porque contaba con una sentencia absolutoria ya que la Fiscalía así lo solicitaba.

En Washington, los partidarios de Lagarde han insinuado que la justicia francesa ha consumado una operación política, algo así como nuevo affaire Dreyfus, el oficial de artillería de origen judío condenado por traición en 1894. El hombre que provocó el J'accuse...! del escritor Émile Zola.

Lagarde, abogada de profesión, con una larga práctica jurídica en Londres, se presentó en el juicio con aire ingenuo y declaró no ocuparse de cosas como el caso Tapie, sino que tenía problemas más relevantes, como por ejemplo, la crisis financiera internacional que estalló en aquellos días de 2008.

¿Es verosímil? En 1993, el banco Credit Lyonnais se vendió Adidas, que era propiedad de Tapie (que a su vez la había comprado amb un crédito de este banco), y se quedó con la mayor parte de las plusvalías. Entonces el empresario demanda a la entidad, ahora nacionalizada. El tribunal le da la razón y obliga al banco a pagar 135 millones de euros a Tapie. Pero un recurso deja sin efecto la resolución. En 2008, a sugerencia de Tapie y con la luz verde de Lagarde, se acuerda un arbitraje privado. Dicho arbitraje fija una indemnización de 405 millones a favor de Tapie. Lagarde no recurre la decisión y, al no hacerlo, Tapie cobra 45 millones más como reparación moral. Cabe recordar que Tapie había dado apoyo electoral a Sarkozy.

En 2015 salta todo por los aires. El arbitraje estaba amañado. Tapie debe devolver todo el dinero. La batalla continúa.

Según Lagarde, de todo ello se ha ocupado su director de gabinete. El tribunal no ha cuestionado su decisión de autorizar el arbitraje, pero ha basado su condena en renunciar al recurso, que hubiera paralizado el desembolso. Sin embargo, no le ha impuesto pena alguna por "su personalidad”, su “reputación internacional” y por el hecho de que en 2008 estaba abocada a lucha contra la “crisis financiera internacional”.

¿Le servirá a Lagarde el hecho de que no se la haya castigado para seguir al frente del FMI? El fallo no admite recurso. Pero cabe la posibilidad de recurrir en casación. François Hollande y el primer ministro Manuel Valls quieren que Lagarde siga con el timón del FMI. Después del sátiro Dominique Strauss-Kahn y en caso de caer Lagarde, difícilmente volverá un francés a la cumbre del FMI. Al menos por un tiempo.

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