"Espero que respetes mi decisión..."

Ernesto Ekaizer
3 min
Pedro Sánchez durant l'anunci al Congrés

Algunos diputados que votarán no esta tarde a la investidura de Mariano Rajoy sabían desde anoche lo que iba a anunciar Pedro Sánchez esta mañana de sábado. No porque él se los dijera.

Al valorar el "no" de sus partidarios, Sánchez les apuntó anoche la frase decisiva:

– Espero que respetes mi decisión...

En estas cinco palabras estaba la pista. Y algunos de esos diputados supieron que Pedro Sánchez anunciaría hoy su renuncia al escaño. Pero según otras fuentes, el ex secretario general se deshacía en la duda hasta ayer mismo. Esa duda era votar "no" o entregar el acta de diputado.

No obstante, otras fuentes dijeron a ARA el pasado jueves por la tarde que Sánchez dejaría su escaño. Lo hicimos constar en nuestro análisis (Pedro Sánchez deshoja la margarita...). Según dejamos constancia, además de su posición discrepante con la abstención, Sánchez también atacaba la decisión de la abstención en bloque, es decir, la intolerancia de Susana Díaz y Javier Fernández con la abstención de los 11 votos" imprescindibles" para facilitar el gobierno de Rajoy.

Este cronista, quien esto escribe, escuchó de labios de Sánchez en su despacho de la calle Ferraz en la última semana de julio pasado su idea en caso de que Rajoy obtuviera los 170 escaños. "Si suma los 170 con Ciudadanos y Coalición Canaria tendré que ver si de verdad me conviene más ir a nuevas elecciones a cambio de 11 abstenciones imprescindibles", me explicó antes de terminar una conversación de dos horas el 27 de julio pasado.

Hacía prácticamente un mes que el presidente de Extremadura, Guillermo Fernandez Vara, había declarado, el 30 de junio, cuatro días después de las elecciones, que concebía una " abstención a último momento y por la mínima imprescindible".

Pero Sánchez, que también por esas fechas, el 29 de junio, había anticipado su idea original de abstención en segunda votación a Felipe González en casa de este último, fue cambiando de posición. Fuentes solventes aseguran que Felipe hizo llegar al rey Felipe VI y a Rajoy los planes de Sánchez, lo que ayuda a explicar la decisión del presidente en funciones de aceptar, de manera ambigua, ya que no se fiaba del todo, el encargo del Rey en el mes de julio.

El caso es que Sánchez cambió de criterio. Y ante las dificultades de fraguar una alternativa a Rajoy llegó a considerar que ir a nuevas elecciones le permitiría rentabilizar el "no es no" y recuperar votos del PSOE captados por Pablo Iglesias. Su idea era aprovechar el desencanto de votantes de Unidos Podemos.

¿Por qué no propuso que se sometiera a votación en el Comité Federal la abstención en lugar de promover en septiembre la convocatoria de un Congreso ordinario y elecciones primarias? Porque veía su derrocamiento inevitable.

Paradójicamente, su maniobra congresual unida a las dos derrotas electorales generales y a las de Galicia y Euskadi el 25 de septiembre, sepultaron el tema de la abstención y pusieron en primer plano la batalla dentro del aparato, la batalla cruenta por el poder. Pedro Sánchez subió a la secretaría general con el respaldo "maternal" de nuestra Evita Perón, es decir, la Susana Díaz que sigue empuñando el fusil, según ha dicho ella en el Comité Federal del 23 de octubre, para luchar en campo hostil, ya que en 2014 necesitaba cargarse al candidato Eduardo Madina –al que hoy ha repescado– y hoy ha anunciado con su renuncia al escaño que empieza su campaña para "recuperar a un PSOE alejado del PP". Es decir, Sánchez se pone en marcha. Va a por su antigua madrina, la que espera hacerse esta vez directamente y en persona del poder en el PSOE en los próximos ocho meses, Pepe Blanco dixit.

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