PAREN MÁQUINAS

Decid una sola palabra y estará a salvo vuestra (real) alma

Una frase indirecta, suficiente para recoger elogios de la prensa monárquica

àlex Gutiérrez
2 min
Felip VI durant el seu missatge emès la passada nit de Nadal.

Barcelona¿Qué arregla una frase elíptica? En España, el curso de la historia. El rey Felipe VI pronunció su discurso e incluyó –obligado por la presión– una referencia muy indirecta a su padre. Ni lo mencionó por nombre, ni anunció ninguna medida práctica. Está muy bien decir que la ética pasa por encima de la familia, pero mientras la Constitución consagre la no responsabilidad del rey no deja de ser una fórmula vacía.

Aun así, y como se podía esperar –me tendría que haber jugado un guisante, en el Paren máquinas anterior–, los editoriales cortesanos lo han vendido como la gran redención de Felipe VI por los pecados de su padre. El País: ʺEl discurso del rey fue la mejor defensa de una institución obligada a mantener la neutralidad ideológicaʺ. Abc: ʺEl rey fue concluyente, lo cual es digno de elogio, en la protección de la Corona por encima de las personas insertas en comportamientos irregularesʺ. Esto de escribir ʺpersona insertaʺ para no tener que mencionar el rey emérito Juan Carlos ya dice mucho del nivel de blanqueamiento al que se está dispuesto. ʺEs hora de que España, con su rey al frente, se quiera a sí misma y deje de hacerse dañoʺ, concluye este texto de un diario que considera que el nacionalismo es solo el de la periferia. La Razón, mientras tanto, habla de los ʺescasos exégetas de repúblicas anheladasʺ.

Es normal que Felipe VI defienda la Constitución, que es el contrafuerte que sustenta la institución de la cual depende su oneroso modus vivendi y el de su familia. Si, encima, resulta que el texto elimina cualquier opción de fiscalizarlo, mejor que mejor. Vender esto como responsabilidad de estado, cuando el interés propio es tan evidente, resulta como mínimo versallesco.

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