El análisis de Antoni Bassas: 'La seguridad de Puigdemont, Comín y Ponsatí'

En el entorno del 'president' Puigdemont no tienen ninguna duda de que el juez decidiría lo mismo que con el 'conseller' Puig, es decir, extradición denegada

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Hoy, en el Parlamento Europeo, el president Puigdemont, el conseller Comín y la consellera Ponsatí se explicarán ante los 25 europarlamentarios de la comisión de Asuntos Legales del Parlamento Europeo. Así empezará la vista del suplicatorio que el Tribunal Supremo solicitó a la cámara comunitaria para retirarles la inmunidad parlamentaria.

Hay que saber que la comisión en cuestión estará presidida por un eurodiputado, el ultraderechista búlgaro Angel Dzhambazki, que ha participado en actos de Vox en los que se ha gritado ”Puigdemont a prisión”.

Justamente el suplicatorio va de esto, de mandar a Puigdemont, Comín y Ponsatí a la cárcel, no de pedir permiso para que los procesen, porque procesados ya lo están. La justicia belga ya los ha procesado. De hecho, la euroorden de detención está viva, en los juzgados. La euroorden no está rechazada, solo está suspendida. Pero claro, la justicia belga lo que dice es que el grupo de la ONU contra las detenciones arbitrarias tenía razón: a los políticos catalanes se los detuvo y juzgó arbitrariamente. Por eso, entre otras cosas, hace unos días el juez del Tribunal de Apelación de Bruselas no concedió la extradición del ex conseller de Cultura Lluís Puig, argumentando, entre otras razones, que, en caso de ser juzgado por la justicia española, correría un riesgo serio de que se le viole la presunción de inocencia, una afirmación que tendría que avergonzar al Tribunal Supremo español.

Hoy no se acabará el trámite en el Parlamento Europeo. Después de hoy, el caso irá al pleno de la cámara. Veremos qué votarán los eurodiputados socialistas españoles, por ejemplo. Pero, pase lo que pase, si se les levanta la inmunidad, el caso volvería al juez belga que tiene suspendida la euroorden, y en el entorno del president Puigdemont no tienen ninguna duda de que el juez decidiría lo mismo que con el conseller Puig, es decir, extradición denegada y ni el president ni los consellers se moverán de Bélgica. “El recorrido final de esta persecución sería cero”, dijo Puigdemont no hace mucho.

En esta firmeza de la justicia europea, que ni en Bélgica, ni en Alemania, ni en Escocia, ni en Suiza ha visto motivos para atender la reclamación del estado español, está la señal más clara de la poca inteligencia política con la que el núcleo del estado trata el conflicto político en Catalunya. Lo que pasará con el suplicatorio lo volverá a poner en evidencia.

Nuestro reconocimiento para los que trabajan en primera línea, un recuerdo por as que sufren, para los presos políticos, para los exiliados, y que tengamos un buen día.

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