Cosidó resumió a los senadores el argumentario de Catalá sobre el pacto

"Intentó frenar una revuelta contra el acuerdo de nombrar a Marchena", dice una fuente del PP

Ernesto Ekaizer
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Ignacio Cosidó en una imatge de la seva època policial.

MadridEl Whatsapp del sábado 17 de noviembre del portavoz del Partido Popular en el Senado Ignacio Cosidó, que actuó de detonador del pacto PSOE-PP para nombrar a Manuel Marchena presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), resumió los principales argumentos de una nota de Rafael Catalá, el negociador en nombre de Pablo Casado con la ministra de Justicia, Dolores Delgado, orientado a desactivar una revuelta crítica de senadores y parlamentarios.

Esa revuelta, según fuentes parlamentarias del PP consultadas por ARA, se empezó a extender el lunes, día 12 de noviembre, nada mas confirmarse por dirigentes de ambos partidos pactistas que se había alcanzado el acuerdo en el nombre de Marchena a cambio de que el PP cedía, tras conseguir la presidencia, la mayoría numérica al PSOE, de 11 a 10 vocales en el CGPJ.

"No conozco a nadie al que le pareciese bien el pacto. Fue una revuelta verbal, pero revuelta al fin, una algarada", dijo la fuente parlamentaria que pidió mantener su nombre en reserva y al que se le rebotó el watsapp de Cosidó el domingo 18 de noviembre.

Esa revuelta impugnaba una negociación de la renovación del Supremo y del CGPJ en momentos en que las relaciones entre Pedro Sánchez y Pablo Casado aparecían como rotas en el Congreso de los Diputados, cuestionaba que se hiciera durante una campaña electoral (elecciones andaluzas) y, además, tuviera como interlocutora del PP a la ministra de Justicia, Dolores Delgado, a quien el PP exigía la dimisión.

"También se criticaba el hecho de menospreciar el daño colateral que suponía el que Marchena abandonase la presidencia y ponencia del juicio oral del procés", añadió la fuente del PP. El 13 de noviembre, al día siguiente de conocerse el pacto, Catalá redactó una nota que hizo llegar al grupo parlamentario popular. En esa nota explicaba de manera bastante "inválida", es decir, inservible, dijo la fuente, cómo el Partido Popular había logrado un excelente acuerdo.

Cosidó copió las ideas principales cuatro días más tarde en su watsapp del sábado 17 de noviembre con el ánimo infantil- incomprensible para un hombre de su experiencia-de contener la algarada. Ahora como ya ocurriera en el caso de María Dolores de Cospedal solo se trata de buscar la fecha de su renuncia al escaño”, aseguró la fuente a ARA.

La crónica de la crisis del nombramiento de Marchena empezó tras el escándalo del pleno del 5 y 6 de noviembre pasado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sala Tercera, que anuló el efecto de las sentencias sobre el pago, por parte de los bancos, de los actos jurídicos documentados de las hipotecas.

El lunes 5, según la reconstrucción de ARA con varias fuentes judiciales y ministeriales, Catalá propuso a la ministra Delgado el nombre de Manuel Marchena, una idea que Casado había concebido hacía varios meses.

Fuentes judiciales aseguran que Marchena fue consultado con antelación a formular esa propuesta por parte de Catalá.

¿Por qué Pablo Casado no pactó directamente con Pedro Sánchez el nombre de Marchena como hubiese sido normal dado que se trataba de una decisión de gran importancia? “No se llaman, no se hablan, esa es la realidad” dijo la fuente judicial consultada.

El viernes 9 de noviembre, el nombre de Marchena salta al ruedo por primera vez en una información del periódico El País, según la cual, afirmaba, el PSOE rechazaba la propuesta.

Pero la filtración no detuvo a Pablo Casado. El sábado 10, Catalá se puso en contacto con la ministra Delgado. Insistió. La propuesta de Marchena va en serio. Si Pedro Sánchez, enfatizó, acepta, el PP está dispuesto a aceptar una mayoría numérica del PSOE de 11 vocales contra 9 del PP­. Mencionó también que el PP aceptaría el nombramiento de la magistrada Ana Ferrer como presidente de la Sala de lo Penal, la Sala Segunda, del Tribunal Supremo, en sustitución de Marchena. El PP y el PSOE, se comentó, no objetarían a los candidatos de las listas respectivas.

La ministra Delgado le pidió tiempo para hablar con el presidente del Gobierno. El domingo 11 de noviembre, por la tarde, la ministra sugirió a Catalá reunirse el lunes para considerar la respuesta de Pedro Sánchez. Al parecer en la tarde del domingo Sánchez hizo una serie de contactos. Y decidió aceptar el nombramiento de Marchena. La mañana del lunes 12, Delgado informó a Catalá de que el presidente estaba de acuerdo con nombrar a Marchena y con la propuesta de 11 vocales para el PSOE y 9 para el PP.

Las criticas internas en el PP comenzaron a subir de tono. Catalá, pues, redactó un argumentario en el que explicaba por qué el PP había hecho el pacto y había cedido la mayoría. Eso no era relevante. Con Marchena al frente carecía de relevancia. Lo importante era que de ese modo el PP mantenía su influencia en el Supremo.

Cosidó amplió, según fuentes del PP, los argumentos y los presentó con lenguaje más directo para que se le entendiera, tratando de responder a las dudas que generaba internamente una decisión que sacaba a Marchena del tribunal del juicio oral del procés independentista catalán con el PP “controlando la Sala Segunda desde detrás”.

El pacto para nombrar a Marchena tuvo consecuencias en la marcha procesal del procedimiento del 1-0. Porque el 2 de noviembre la Fiscalía, Abogacía del Estado y acusación popular presentaron sus conclusiones provisionales. Tocaba entonces dar plazo de 5 días a las defensas para formular sus conclusiones y solicitar el debate de la declinatoria de jurisdicción (artículo de previo pronunciamiento). Durante diecisiete días ese plazo no se ha concedido, hasta el pasado lunes, día 19.

La razón: se trataba de “acompasar” el procedimiento a la salida de Marchena y su nombramiento como presidente del Tribunal Supremo y CGPJ, hecho que no podría tener lugar hasta el 12 de diciembre, cuando vencía el mandato de Carlos Lesmes.

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