Ernesto Ekaizer

Estado policial de deshecho

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Jorge Fernández Díaz és el protagonista del film El colibrí. Hi parla de la seva religiositat.

La respuesta del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, al soberanismo catalán, desde que llegó al cargo en 2012, ha sido coherente: es un problema de política criminal. Es decir: desactivar los apoyos del soberanismo requería criminalizar a sus dirigentes.

Las conversaciones entre Fernández Díaz y el director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso Laso, destapadas por el diario digital Público, se refieren a la expedición de pesca de elementos para atacar al hermano de Oriol Junqueras en vísperas de la consulta del 9 de noviembre de 2014.

Pero Fernández Díaz ya estaba en esta actividad policial basura con el célebre borrador apócrifo de la UDEF publicado el 16 de noviembre de 2012.

Faltaban nueve días para las elecciones autonómicas del 25-N, y los comisarios José Luis Olivera, jefe del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado, y Marcelino Martín de Blas, a cargo de Asuntos Internos de la Policía, habían viajado a Barcelona el 29 de octubre de 2012 para lograr el apoyo de los fiscales anticorrupción Emilio Sánchez Ulled y Fernando Bermejo, al margen del juez instructor del caso Palau, Josep María Pijuán, a una operación de entrada y registro en la sede de Convèrgencia i Unió.

No lo lograron. Y en su lugar, los Fernández Díaz boys filtraron el borrador, un dossier confeccionado con material de internet y adornos aportados por el ínclito Javier de la Rosa.

El ex fiscal general del Estado, Enrique Torres-Dulce, me ha narrado para mi libro Queríamos tanto a Luis cómo Fernández Díaz le llamaba para conseguir el apoyo de la Fiscalía Anticorrupción a la judicialización del borrador apócrifo. Y cómo Sánchez Ulled le demostró, en su despacho de la madrileña calle de Fortuny, que era una fabricación.

Pero Fernández Díaz nunca abandonaría estas prácticas. En 2014, cuando conspira con el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña y no obtiene ningún hueso contra Junqueras, opta por fabricar basura contra el alcalde de Barcelona Xavier Trias Sus hombres citan a periodistas para vender la mercancía.

Algunos periódicos como Vozpopuli y Abc hacen demasiadas preguntas. Y los Fernández Díaz boys, que preferían “diversificar” sus fuentes, tienen que acudir, como el cántaro a la fuente, esto es, al buzón de El Mundo. El 28 de octubre de 2014, doce días antes del 9-N, publican la cuenta también apócrifa, como el borrador de la UDEF de 2012, de la Union de Banques Suisses (UBS), que atribuyen a Trias. Un juez de Madrid ha concluido que no había ninguna confirmación policial sobre dicha cuenta.

Dicen que Fernández Díaz, tras el 20-D, prometió utilizar información basura de archivo no usada todavía contra sus enemigos y adversarios. La grabación destapada ayer ratifica una vez más que desde su nombramiento como ministro ha sido un peligro para las instituciones.

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