El Tribunal Supremo estudia fórmulas para autorizar 'observadores internacionales'

El juicio oral del 1-O se perfila para empezar el 5 de febrero

Ernesto Ekaizer
2 min
Imatge del Tribunal Suprem, a Madrid

MadridEl tribunal del juicio del procé sadmitirá la presencia de observadores internacionales en las sesiones que, pendientes todavía de señalamiento, empezarán el martes 5 de febrero. El tribunal tiene que deliberar sobre los medios de prueba (testigos y pericias) propuestos por todas las partes y resolverá sobre el tema de los observadores al definirse sobre los escritos de defensa de los acusados Oriol Junqueras y Jordi Sànchez. Fuentes judiciales señalan a ARA, empero, que no se autorizarán observadores con toga y en estrados.

El presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, que a su vez es presidente y ponente del tribunal de enjuiciamiento del 1-O, señaló en un diálogo informal el pasado martes, día 15, durante la toma de posesión de Concepción Uriste como magistrada de la Sala Cuarta (Social) del Supremo, que veía posible la autorización de cuatro o cinco observadores internacionales.

Fuentes judiciales consultadas por ARA señalan que será uno de los asunto a examinar en la reunión que mantendrá el tribunal de enjuiciamiento para establecer las pruebas propuestas por Fiscalía, Abogacía del Estado, acusación popular y defensas de los 12 acusados.

El criterio respecto de los observadores internacionales, según dijeron fuentes judiciales, es no poner objeciones, a pesar de que como viene siendo práctica desde 2004, el juicio será televisado íntegramente y retransmitido en tiempo real, sin coste, a todas las cadenas que lo soliciten a Televisión Española.

Hay algunos casos en el que asociaciones de derechos humanos han acudido como observadores internacionales a juicios relevantes. Hace ya unos diez años, en un juicio por delitos de terrorismo el Gobierno vasco envió a un abogado para que ejerciera de observador. También en el caso del enjuiciamiento del juez Baltasar Garzón en marzo de 2012 a raíz de su investigación de los crímenes del franquismo. O más recientemente en el juicio de Alsasua (acusación de delito de terrorismo contra ocho jóvenes acusados de agredir a dos guardias civiles y sus parejas en mayo de 2018).

Pero esa función no ha supuesto el reconocimiento como tal de un status formal. El Supremo estudiará cómo poner en práctica la solicitud ya que desea disipar cualquier estigmatización del tribunal. Lo que sí se descarta es situar a los observadores en estrados y autorizarles a vestir toga.

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