Álvaro Nadal, un tercero en discordia

Nadal ha conseguido lo que deseaba y ha superado su hermano y Jorge Moragas

Ernesto Ekaizer
3 min
El tercer en discòrdia

Cuentan lenguas viperinas que a las 12 horas del jueves 3 de noviembre, el ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital no era para Álvaro Nadal, el director de la Oficina Económica del presidente del gobierno con rango de secretario de estado. O sí. Y quizá el propio Mariano Rajoy ignoraba lo que iba a hacer. Hasta que estuvo hecho.

Pero en todo caso, de sus dos asesores en la sombra con ambiciones ministeriales, Álvaro Nadal y Jorge Moragas, el primero ha logrado lo que deseaba: ser el tercer hombre en el área económica. El tercero, entre Cristóbal Montoro y Luis de Guindos, en discordia.

El jueves, en la toma de posesión del lampiño Álvaro Nadal se advirtió la ausencia del barbado Alberto Nadal, su hermano gemelo, a la sazón secretario de estado de Energía. El ascenso del primero al cargo de ministro supone que le lleva la delantera a su hermano. Ambos eran secretarios de Estado. Y, seguramente supondrá un cambio de destino hacia el ministerio de Hacienda.

Se da la circunstancia de que Álvaro Nadal tenía bajo sus órdenes en la Oficina Económica del presidente a la economista del Estado Eva Valle, esposa de Alberto Nadal. Era, pues, la número dos de su cuñado Álvaro Nadal. Es directora general de la secretaría de la citada Oficina.

Parece que la decisión de hacer ministro a Nadal a último minuto, según fuentes del nuevo gobierno de Rajoy, ha impedido tener resuelto el nombre de su sustituto o sustituta en el Palacio de la Moncloa.

Las vidas paralelas de los hermanos Nadal constituyen toda una leyenda. Ambos son economistas del Estado. El tribunal que les examinó estaba formado por economistas que han ocupado puestos importantes en el sector público: Miguel Sebastián, José Manuel González Páramo, Carlos Ocaña, Gerardo Novales, Jaime García-Legaz.

Ambos optaron, en paralelo a sus estudios, por la política, primero en las juventudes peperas, Nuevas Generaciones, y más tarde fueron asesores ministeriales en el gobierno del PP; en el caso de Álvaro Nadal, acompañó a Rajoy en calidad de la oposición al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Tras salir elegido diputado cunero por Albacete en 2011, Nadal abandonó el escaño para dirigir la Oficina Económica de la Moncloa.

En el verano de 2011, Nadal era una pieza importante en el equipo íntimo de Rajoy. En agosto de aquel año, Angela Merkel y Nicolas Sarkozy propusieron en París incorporar a las constituciones de la zona euro la regla de oro del déficit fiscal (límite del 3%). Zapatero, en un giro sorpresivo, propuso al PP la reforma del artículo 135 de la Constitución para limitar el déficit, un recurso para ganarse la confianza del BCE en momentos en que la prima riesgo española (diferencia del tipo de interés del bono público a diez años español y alemán) estaba disparada.

Rajoy supo que Zapatero había recibido el 5 de agosto de 2011 una carta firmada por el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, y por el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, en la que imponían al gobierno español una serie de ajustes presupuestarios y reformas laborales a cambio de comprar deuda en los mercados secundarios.

Nadal, según fuentes fidedignas, intentó conseguir esa carta. Y una de las personas a las que acudió fue a José Manuel González Páramo, miembro del consejo ejecutivo del BCE. Al parecer, González Paramo, actualmente miembro del consejo de administración del BBVA, consideró tan irrespetuosa la presión de Nadal –le instaba a violar el secreto de las deliberaciones, ya que la carta había sido aprobada por el consejo ejecutivo del BCE– que llegó a cortarle el teléfono. González Páramo había formado parte, según se ha apuntado, del tribunal que había examinado a los opositores a economistas del Estado, los gemelos Nadal.

En los momentos más agudos de la crisis y del rescate financiero de Bankia, entre el verano y el otoño de 2012, Nadal mantuvo diversos contactos con el ministerio de Economía alemán. Según fuentes de Berlín, Nadal, que habla fluidamente alemán, llegó a decir a sus interlocutores que de no obtener apoyo para reducir la prima de riesgo España se vería obligada a abandonar el euro, una advertencia que el ministro Wolfgang Schäuble consideró una impertinencia.

Luis de Guindos, al entregar un trozo de su cartera de Industria a Nadal el pasado jueves medio en serio medio en broma deslizó su impresión sobre la personalidad del flamante ministro. Dijo que ahora le tocaba a Nadal pasar de las musas al teatro, es decir, dejar de inspirar ciertas ideas y doctrinas y actuar.

Y ganas… no le faltan. Respaldo de Rajoy… tampoco.

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