El Rubicón de Pedro Sánchez

Madrid, hervidero de rumores sobre nuevos escándalos que afectan al entorno del Rajoy

Ernesto Ekaizer
3 min
Rajoy i Sánchez s'han reunit aquest dilluns al Congrés a petició del líder del PP. EFE

MadridLa noche del jueves 1 al viernes 2 de septiembre de 2016, Pedro Sánchez se detuvo un instante ante el Congreso de los Diputados. Este viernes era el día de la segunda votación de la investidura de Mariano Rajoy. Ya se sentía algo más aliviado tras formalizar el no en la primera votación del 31 de agosto. Pero este 1 de septiembre era otra cosa. Con este segundo no, Sánchez cruzaba, como Julio César la noche del 11 al 12 de enero del año 49 a. C, el Rubicón. Recorda las dos frases que se le atribuían Suetonio y Plutarco respectivamente: La suerte está echada! o Que empiece el juego! Y se dijo: ya no hay marcha atrás.

Así podría empezar una crónica imaginaria después del debate de investidura de Rajoy. Hay un punto en el que la percepción figurada del actual líder del PSOE parece indiscutible: no hay marcha atrás.

¿O, usando la fórmula de Rajoy, sí?

Si el no que va a propinar el PSOE en este debate que comienza hoy y acaba el viernes se debe a las razones que Sánchez, y antes que él, ayer mismo, Patxi López, han dado, la marcha atrás se perfila poco menos que imposible. Porque según ambos, los socialistas no pueden facilitar que gobierne un Rajoy que perpetúa en nombre del PP la precariedad laboral y la corrupción. Ambos han sido el ADN de Rajoy y del PP. Y lo siguen siendo después del pacto RR, Rajoy-Rivera.

Tal es así que ayer, víspera de la tarde de hoy reservada por Rajoy para su discurso, corrían versiones en ciertos círculos políticos de Madrid sobre una información relacionada con investigaciones judiciales a raíz de una denuncia que afectaría a una personalidad del entorno del gobierno de Rajoy. Ciertos mentideros de la Villa y Corte daban por hecho que el día D para la aparición de la noticia era esta mañana del martes 30 de agosto.

No sería, en todo caso, la única. Al final de esta semana también habrá novedades sobre la investigación de una persona que ha sido muy próxima a Rajoy y que trabajó con él en un puesto de una empresa pública vinculada al Ministerio del Interior. Se trata del ex diputado Pedro Gómez de la Serna, socio del exembajador en la India Gustavo de Arístegui, con el quien regentaba un despacho de presunto tráfico de influencias.

El denunciante, antes de acudir a la Fiscalía Anticorrupción, entregar copia de la denuncia contra ellos en el Palacio de la Moncloa a la atención de Jorge Moragas, director de gabinete de Rajoy. Dos meses más tarde, en noviembre de 2015, al ver que no había respuesta, se personó en la Fiscalía, que inició la investigación de forma sigilosa.

Sánchez dijo ayer que el proceso de investidura no acaba el 2 de septiembre. Sobre lo que pasará después, señaló enigmático: “Cuando lleguemos a ese río cruzaremos ese puente”. Aunque así sea, las razones del no de Sánchez impugnan a Rajoy en persona pero también al PP.

Por parte de Rajoy, que tiene la vez de la investidura que le ha dado el rey Felipe VI, ha vuelto a decir que si fracasa esta semana volverá a intentarlo otra vez, y con el PSOE, que, dijo, sigue teniendo la llave. De la bravuconada o a la primera o elecciones el 25 de diciembre fum, fum, fum, ya no queda ni la sombra.

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