Ernesto Ekaizer

El honor perdido de Oriol Pujol

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Oriol Pujol Ferrusola ahir en la seva compareixença al Parlament de Catalunya a la comissió que investiga el frau fiscal.

Oriol Pujol, el ex diputado y ex secretario general de Convergència Democrática de Cataluña, se ha puesto en manos de su abogado, Xavier Melero, para evitar el juicio del caso ITV (Inspección Técnica de Vehículos). Sin embargo, las conversaciones entre el letrado y el fiscal, Fernando Maldonado, están en una fase muy preliminar.

“Las negociaciones están verdes, no hay nada firmado ni compromiso alguno, si es que llega a concretarse”, dijo el letrado. Por esta razón, no se ha buscado en esta fase el concurso de la acusación popular de Manos Limpias, condición sine qua non para una sentencia de conformidad. Quizá es lo que espera dicha acusación, pero no todavía.

El juicio con tribunal de jurado, por tratarse de delitos de tráfico de influencias y cohecho, es el primero que afectará a un miembro de la familia Pujol, el único que ha seguido la saga de su padre, el expresident Jordi Pujol i Soley, al optar por dedicarse a la actividad política. Por no haber, no hay fecha ni escrito de acusación del fiscal.

El letrado consultado apuntó que si Oriol Pujol consiguiese que su esposa, Anna Vidal, también acusada, pudiese evitar entrar en prisión, “ello sería, sin duda, un gran aliciente para mi cliente” a la hora de llegar a un pacto de conformidad.

En la instrucción del caso ITV, aflorado en 2012 por la Agencia Tributaria y los pinchazos telefónicos del llamado caso Campeón en Galicia, están todos los vicios de nuestro sistema. Oriol Pujol, aforado por su condición de diputado del Parlament, se escuda, proclamando su inocencia, en su fuero.

Pero en marzo de 2013 es imputado por el TSJ de un delito de tráfico de influencias. Según el magistrado Enric Anglada, Pujol «coordinaba, dirigía y daba el necesario apoyo desde una vertiente política» a los otros imputados en la trama, algunos de ellos amigos personales: los empresarios Sergi Alsina, Sergio Pastor y Ricard Puignou y el excargo político Josep Tous. Pujol pide 30.000 euros por sus gestiones para adjudicar irregularmente de las estaciones de ITV.

Pero este dinero es solo la punta del iceberg. Porque en las operaciones está imputada su mujer, Anna Vidal, quien ha cobrado alrededor de 700.000 euros en comisiones enmascaradas a través de servicios inexistentes que ella facturaba al empresario Alsina, amigo de la familia.

Con la esperanza de que el material probatorio fuese insuficiente, Oriol Pujol delega primero de manera temporal la secretaría general de CDC. Pero mantiene su fuero más de un año adicional, hasta que, finalmente, lo entrega en julio de 2014, cuando ya no le quedan más cartuchos en la recámara, y abandona defitivamente la secretaría general del partido. Mientras, los dirigentes de su partido, como ha recordado Francesc Homs, defienden su inocencia y honorabilidad, lo que provoca el desprestigio de la organización.

Oriol Pujol desea ahora que su esposa quede exculpada o, por lo menos, sea condenada a una pena menor para evitar el ingreso en la cárcel. Él, en cambio, estaría dispuesto a dar la conformidad con una pena algo superior a 2 años e ingresar por poco tiempo en prisión. Con todo, lo que se negocia es un acuerdo para todos los acusados.

“Cuando ya has perdido, después de varios años de investigación, toda tu reputación, no te queda otra alternativa que salvar lo que puedas estar en condiciones de salvar. Lo hemos visto en el caso de la infanta Cristina [sin éxito en los intentos de evitar el banquillo aunque está por ver qué pasará en la sentencia del caso Nóos]. La situación de la esposa de Pujol, pues, determinará el desenlace”, dice un magistrado del Tribunal Supremo.

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