EL APUNTE

"Una cosa como normal"

La declaración de Millet y Gemma Montull es tan inquietante por lo que dicen como por cómo lo dicen

Esther Vera
1 min

Primera jornada del caso Palau y Fèlix Millet fue rotundo: él era el intermediario entre la constructora Ferrovial y el tesorero de CDC. Los pagos se hacían en agradecimiento a concesiones de obra pública. El dinero, evidentemente, se recupera a través de sobrecostes y, por tanto, quien acaba pagando es el erario público. Es decir, usted, ciudadano perplejo, al que cada vez le cuesta más sorprenderse. Que Millet no es de fiar lo dice su confesión del saqueo del Palau, su paso por la cárcel hace décadas por una estafa inmobiliaria e incluso sus hermanos cuando explican que les robaba los caramelos, pero la calidad moral del personaje no rebaja la gravedad de las acusaciones. La declaración de Millet y Gemma Montull es tan inquietante por lo que dicen como por cómo lo dicen. A Millet el fiscal le tuvo que "refrescar" que aún se buscan 7 millones de euros y, a pesar de reconocer algún "error", quedaba claro que Millet era el dueño del Palau y que las cosas siempre habían ido así. Gemma Montull habló de una manera de funcionar con sobres y entradas y salidas de metálico y pagos de vacaciones y lujos definiéndolo como "una cosa como normal". Mire, no. Normal, normal, no lo es.

El juicio apenas empieza y serán los jueces los que decidirán hasta donde llegan las responsabilidades penales. Pero las responsabilidades políticas también importan. El caso no debilitará la voluntad soberanista, en contra de lo que algunos políticos piensan. Pero pone al PDECat en una encrucijada entre lo viejo y lo nuevo. Entre la renovación y el business as usual.

stats