CRÍTICA DE SÈRIES

'Seduced': dentro de la secta norteamericana de las esclavas sexuales

La docuserie desmonta a NXIVM a partir del testimonio en primera persona de India Oxenberg

Eulàlia Iglesias
3 min
Les tres generacions de les Oxenberg o el que queda de la família reial de Iugoslàvia.

Cecilia Peck e Inbal B. Lessner para Starz

En emisión en Starzplay

“Fue en esa ventana. Fui la primera mujer de mi grupo de esclavas a quien marcaron”, explica India Oxenberg señalando una casa justo al inicio de Seduced: Inside the NXIVM cult. Poco conocida entre nosotros porque no extendió los tentáculos más allá de Norteamérica, NXIVM ha generado un gran ruido mediático y judicial en los Estados Unidos. Hasta el punto de que ahora mismo tenemos disponibles dos docuseries que resiguen el intríngulis de esta secta, The vow en la HBO y Seduced en Starzplay. Disfrazada de organización que ofrecía cursillos de alto nivel en emprendimiento y crecimiento personal, NXVIM apuntó alto: entre las personas reclutadas, las dos herederas multimillonarias del imperio Seagram, Sara y Clare Bronfman; el hijo del expresidente Carlos Salinas y otras figuras de las élites mexicanas, y un buen grupo de gente vinculada al cine y la televisión. Es el caso de la protagonista de Seduced, India Oxenberg, hija de Catherine Oxenberg, conocida por el papel de Amanda Carrington en Dinastía. Es Catherine quien anima a India a apuntarse a NXIVM en 2011. También será ella quien más luche para sacar a su hija de ahí cuando se dé cuenta del poder destructor de esta secta encabezada por el gurú Keith Raniere.

Con los testimonios de madre e hija como narrativa principal, más la participación de otras víctimas y de diferentes expertos en sectas, Seduced traza las dinámicas de un grupo de este tipo primero para captar a los miembros y después para mantenerlos bajo control. En el caso de NXIVM, se explotaban las retóricas relacionadas con la ambición profesional y la mejora personal, todo aliñado con una pizca de pseudoespiritualidad. En uno de los grandes momentos de la serie se explica que el Dalai-lama cobró un millón de dólares por aparecer en un acontecimiento organizado por Raniere y las germanas Bronfman para promocionar su imagen.

A partir de la palabrería de autoayuda neoliberal, NXVIM creó un subgrupo secreto solo de mujeres destinadas a ser esclavas sexuales de Raniere, a quienes marcaban como ganado con un signo que escondía las iniciales KR. Antes se las había adiestrado para creer que ellas “escogían no ser víctimas” y las habían obligado a entregar secretos personales con los cuales coaccionarlas si hacía falta. El objetivo de la serie es explicarnos cómo una chica cualquiera puede acabar víctima de una estructura tan tóxica y abusiva. Si The vow resulta pesada por la cantidad de testimonios y detalles que presenta, la clave de Seduced radica en centrarse en la experiencia de India Oxenberg y su madre, que, además, resultan unas narradoras extraordinarias. Mención especial al papel secundario de la abuela, Isabel Karađorođević, que todavía ostenta el título de princesa Isabel de Yugoslavia, y la única en ver desde el principio a NXIVM como el grupo de charlatanes depredadores que eran.

Todo suena sincero en los testimonios de India y Catherine, pero nada espontáneo. En los dos últimos episodios queda claro, porque la propia Catherine lo explica, cuáles habrían sido las repercusiones penales para India en el caso de haber sido responsable de la captación de otras mujeres como esclavas. A partir de aquí, Seduced también se desvela como una serie al servicio de la construcción de un relato concreto, muy bien trabado, sobre India como víctima y superviviente, y nada más, de una organización criminal. Sin ninguna reflexión ulterior sobre el atractivo de los discursos que enaltecen una visión triunfalista y narcisista del individuo en general y el empoderamiento de las mujeres en particular.

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