Escoger a los jueces
Quizá saldría más a cuenta escoger a los que mandan que escoger a los mandados
Como bien sabemos por las películas, hay algunos estados de los Estados Unidos (Texas, por ejemplo) en los que jueces y fiscales son elegidos directamente por el voto de los ciudadanos. Hay elecciones —volvamos a las películas— para juez o fiscal del distrito. Supongo que este sistema, creado para garantizar la independencia del poder judicial, tiene ventajas e inconvenientes. Pero hay días en los que es inevitable pensar que quizá sería una buena idea adoptarlo aquí. Porque así los ciudadanos podrían escoger directamente a los que mandan de verdad. Como quedó bien claro en la necrológica oficial del juez del juzgado 13 de Barcelona, aplaudido por haber cambiado el destino de España. Ciertamente, aquí no se trataría de salvaguardar la independencia del poder judicial respecto al poder político. Aquí se trata de salvaguardar la independencia del poder político respecto a un poder judicial que tiene la vocación y el poder para asumir las decisiones políticas más trascendentes. Un poder judicial a buen seguro diverso, pero donde hay encastados sectores enormemente ideologizados que no están sometidos a la elección ni a la consideración de los ciudadanos. Que revierte decisiones de los Parlamentos. Que determina su composición. Quizás saldría más a cuenta escoger a los que mandan que escoger a los mandados.
